En esta historia voy a contar la vez que me invitaron a una fiesta sadomasoquista y me dieron la mejor cogida de mi vida, un momento único que no podré sacar de mi memoria. Mi nombre es Victoria, me gusta mucho disfrutar en todo momento, soy una chica de 17 muy coqueta, amante de las fiestas y los hombres con buena actitud a la hora de coger. Una vez mis amigos me invitaron a una fiesta sadomasoquista y marcó gran impacto en mi vida, empecé a ver la vida de otra forma.
Les contaré todo acerca de ese momento especial en mi vida, lo único que quería era llevar pene toda la noche y que me azotaran por el culo. Yo tengo un pequeño grupo de amigos que es bastante unido, siempre hacemos cosas juntos y en ocasiones nos alocamos un poco. Somos 3 mujeres y 3 hombres, mis amigas mujeres se llaman Beatriz y Adriana y mis amigos hombres se llaman Luis, Pedro y Ezequiel. Quién diría que terminaríamos organizando una fiesta sadomasoquista.
Evidentemente hacemos pareja 3 para 3, mis amigos son bastante graciosos, apuestos y bastante cariñosos, sinceramente el que más me gusta es Luis. Era bastante atento, cariñoso y tenía un pene enorme que me hacia soltar baba por la boca, pero de esto hablaré más adelante. A mí me gustaba pero el detalle era que no llevábamos mucho tiempo conociéndonos y no estaba al 100% segura de que quisiera tener algo conmigo. Ya habíamos coqueteado anteriormente pero no era la gran cosa, sin embargo se notaba el interés entre ambos, se sentía divino.
Daré todos los detalles de la vez que planificamos una fiesta sadomasoquista y me cogieron duro
Todos nosotros vivíamos en el mismo vecindario, por consiguiente, era muy fácil planear algo hasta altas horas de la noche sin ningún inconveniente. Mis amigas y yo estábamos locas por esos muchachos e ideábamos planes para seducirlos hasta que nos llevaran a la cama, teníamos tiempo queriendo que nos cogieran bien duro. Por eso, Adriana decidió organizar una fiesta sadomasoquista sorpresa, aprovecho que su hermana Beatriz estaba de cumpleaños para invitar a los chicos.
Lo que los chicos no sabían era que íbamos a intentar seducirlos esa noche para terminar teniendo sexo entre toditos, era una idea muy excitante. Entonces les dijimos a los muchachos que estaban invitados a la fiesta de Beatriz y que iba a ser algo tranquilo entre nosotros. Los chicos aceptaron y dijeron que irían sin problemas, tenían pensado llevar algo para comer y celebrar el cumpleaños de mi amiga.
Perfecto, ya estaban cayendo en nuestra trampa, todo marchaba como queríamos y ellos no sospechaban nada, yo estaba loca por llevar pene de Luis y tenía la certeza de que él quería lo mismo. Entonces, llegó el día esperado y todas nos vestimos muy sexys esperando que los chicos tocaran la puerta para impactarlos con nuestros sexys cuerpos. Los chicos llegaron muy apuestos y bien vestidos, tocaron la puerta y los atendimos como unos reyes, quedaron con la boca abierta de lo hermosas que nos veíamos.
No obstante, no sospechaban nada malo porque la vestimenta no era para tanto y la decoración no tenía nada de malo, aun. Ellos trajeron algunos postres y estaban muy emocionados y cariñosos con todas nosotras, Luis estaba muy apegado a mí ese día, yo estaba muy feliz.
Luis: que linda te ves hoy Victoria, me encanta poder estar contigo de nuevo, tu cabello huele muy rico.
Yo estaba segura de que tendría la mejor cogida de mi vida esa noche
Yo: jejej muchas gracias Luis, también me hace sentir bien volver a verte y te extrañé mucho desde la última vez, me alegra mucho que hayan venido.
Después de eso me dio un fuerte abrazo y pasamos un momento muy cariñoso y cálido, luego seguimos disfrutando con el resto de los muchachos. Todos felicitamos a la cumpleañera y le dimos sus regalitos, empezamos a comer los postres que trajeron los chicos mientras conversábamos con ellos. Luego de un tiempo, nos estábamos empezando a aburrir y pusimos música para empezar a bailar y mover el cuerpo como unas putas.
Colocamos canciones de reguetón para moverles el trasero a los muchachos y ver que tanto podíamos provocarlos, estábamos dispuestas a hacer de todo para que nos cogieran. Los chicos empezaban a responder muy bien ante los estímulos que provocaba nuestro perreo intenso, ya se estaban activando y notábamos como se excitaban poco a poco. Ezequiel estaba bailando con Beatriz, Pedro estaba pegado con Adriana y yo no soltaba a Luis por nada del mundo, todo surgía como queríamos y habíamos planeado.
De repente, apagamos las luces y pusimos unos faros de discoteca que había en la casa de la cumpleañera y les dijimos a los hombres que ya vendrá el espectáculo. Colocamos una silla de prostíbulo en el medio de la sala y colocamos la música más sucia para bailar que había en el repertorio obviamente era una canción de “The Weeknd”. En un momento estábamos en una fiesta común y corriente y al otro estábamos como un burdel de prostitutas de Pakistán, los muchachos quedaron asombrados al notar nuestra idea.
Las cosas se pueden volver muy extrañas en una fiesta sadomasoquista
Beatriz sentó a Ezequiel en la silla sadomasoquista, ya que era la cumpleañera y quería dominar a su macho alfa mientras le restregaba las tetas en la cara. Una fiesta sadomasoquista puede hacer que las personas cambien drásticamente de ánimo, pueden ser personas comunes, pero en la noche de pasión sacan su perra interior. Entonces agarró a Ezequiel, lo amarró en la silla y le comenzó a dar su dosis de movedera de culo mientras Ezequiel estaba en la silla totalmente excitado con la pinga tiesa.
Así estuvo durante 10 minutos, luego le tocó el turno a Adriana que decidió agarrar a su macho Pedro y montarse encima de él mientras estaba en la silla. Le meneaba el cuerpo de una manera tan sensual que nos dejo locos a todos, el pene de Pedro estaba a punto de explotar después de tanto roce. Adriana sabía mucho acerca de seducir hombres, amarro las piernas y manos de su hombre y lo estaba ahorcando mientras le bailaba en su regazo.
Finalmente me tocó a mí bailarle a Luis, estaba esperando ese momento desde que empezó la noche, estaba consciente de que iba dar el todo por el todo en ese baile. Agarré a Luis y lo senté en la silla, nunca había visto a ese hombre tan hermoso y excitante como en ese momento, empecé suspirando su cuello. Después al notar que estaba haciendo efecto lo até de manos, me monte encima de sus piernas y le frotaba la vagina con su pene ocasionándole una fuerte erección. Desde hace tiempo me hacía falta una fiesta sadomasoquista.
Luis estaba cayendo en mis garras de placer durante la fiesta sadomasoquista
Luego de un rato estaba poniéndole mi cara frente a la suya para provocarlo aun más, terminamos besándonos ante ese momento de tensión y fue el beso más apasionado que he dado. Luego de ese momento noté que mis amigos estaban más que excitados con sus parejas. Ezequiel y Beatriz estaban manoseándose encima de la mesa, Adriana y Pedro estaban cogiendo en un cuarto y yo no me iba aquedar atrás. Luis tenía el pene parado y mi vagina estaba totalmente mojada como la de una puta barata, me cargo mientras me besaba bien rico y me llevo para una habitación.
Nos quitamos la ropa como si fuéramos unos ninfomaníacos salvajes y comenzamos a coger bien rico.
Yo: ohhh si Luis me encanta que me cojas duro y me azotes en la cama, quiero que me sigas bombeando duro hasta que me acabes.
Luis: ufff, si mi amor que rico se siente tener mi verga inmensa metido dentro de tu rica panochita, se siente tan apretado allí adentro.
Estaba cumpliendo mi sueño en una fiesta sadomasoquista y yo estaba más feliz que nunca, mi vagina estaba siendo penetrada y tenía al hombre de mis sueños en la cama. El me estaba dando cada vez más duro y esto hacia que gimiera muy fuerte, se sentía algo doloroso pero muy rico al mismo tiempo. Estaba disfrutando al máximo y no quería que es momento terminara nunca, Luis estaba azotándome bien duro y yo estaba exhausta de tanto pipe, pero no quería separarme de mi papi.
Me estaban penetrando bien duro por el culo y me encantó
Luis me agarraba por las tetas y me las pellizcaba fuertemente hasta que soltaba gritos y esto lo excitaba cada vez más. Cuando llego a su punto máximo me agarro por el culo y empezó a profanarme, en cuestión de segundos tenía el culo dilatado y me dolía mucho. Luis estaba a punto de correrse dentro de mi culo y yo estaba esperando con ganas sus chorros de leche, cuando menos me lo esperaba me acabo adentro.
Fue la sensación más rica del mundo, luego de eso quedamos dormidos por el cansancio de todas las energías que agotamos en la fiesta. Después de esa vez nada fue igual, todas las locuras se salían de control, ya éramos todas unas perras adictas al sexo. Una fiesta sadomasoquista fue el inicio, nunca olvidaré ese momento especial junto a mi grupo de amigos.