Hola, mi nombre es Marielys, tengo 21 años y soy una chica bastante atractiva con un cuerpo muy rico y unas tetas súper grandes. Yo soy estudiante de la universidad y normalmente suelo invitar a mis compañeros de clase para mi casa cuando vamos a hace trabajos o por pura diversión, siempre me gusta divertirme y pasarla rico junto a los muchachos, están muy buenos. Nunca olvidaré aquella vez que llevé a un amigo para la casa y se terminó cogiendo a mi madre, lo peor era que ambos estaban gozando mientras cogiendo duro.
En mi casa solamente vivimos mi madre y yo, ambas siempre hacemos locuras juntas y disfrutamos mientras hablamos de chicos mientras vemos películas o pasamos tiempo juntas. Mi mamá se llama Miriam, ella es bastante joven tiene 38 años y es de esas mujeres que le encanta salir a fiestas y disfrutar de los placeres de la vida. ella al igual que yo tiene una figura bastante atractiva, ella asiste al gimnasio y sigue una rutina especializada que hace que tenga un culo inmenso y una cintura bastante sensual que hace que todos los hombres volteen.
A mi madre le encantaba cuando yo traía mis amistades para la casa porque ella empieza a bromear con nosotros y preparamos comida o pedimos pizza mientras hacemos locuras. Mis amigos adoran a mi mamá, en ocasiones pienso que la prefieren más a ella que a mí, la verdad mi mamá es la mejor de todas. Un día se me ocurrió la idea de invitar a un amigo a la casa para pasar un rato diferente y jugar un poco, su nombre es Víctor y me llamaba la atención, quería que me cogiera muy rico.
Quería pasar un rato a solas con Víctor en mi casa mientras hacíamos cosas ricas
Entonces yo fui a la universidad y cuando llegué al salón de clases empecé a conversar con mi grupo de amigos donde estaba Víctor, es muy apuesto y se le nota que tiene un pene inmenso. Luego en un momento le hago una seña y lo aparto para hablar a solas, lo saludé y le dije que si quería ir a mi casa el fin de semana para hacer cosas juntos y pasar un rato diferente.
El accedió y me dijo que estaría encantado de ir a mi casa y pasa un rato con mi madre y conmigo, me sentí bastante bien porque aceptó mi invitación sin ningún inconveniente. Lo que no sabía era que iba a terminar cogiendo a mi madre. En fin, ese día vi las clases que me correspondían y luego me fui para mi casa muy emocionada porque iba a llevar a ese hombre grande y fuerte a mi casa y me lo iba a devorar completito, iba a ser solo para mí.
Yo le conté a mi madre que había invitado a ese chico y le conversé un poco acerca del asunto, le dije que íbamos a comer aquí y hacer algunas cosas entretenidas el fin de semana. Mi mamá me empezó a fastidiar con que me gustaba ese chico y esas cosas de madre, yo me puse un tanto penosa, pero en ningún momento lo acepté. Ella me dijo que no tenía ningún problema con que lo invitara y que le avisara cualquier cosa que necesitara, ya todo estaba listo.
Estaba muy emocionada por la visita de mi hombre especial, quien diría que se terminaría cogiendo a mi madre
Solamente faltaba un día para que fuera sábado y poder tener a ese hombre en mi cama mientras me azota duro por mi culo, me fascinaba imaginar que me cogía duro. Yo estaba pensando en la ropa que me iba a poner, quería verme bien arreglada para que se volviera loco por mí y no dejara de mirarme mientras lo hacíamos. Ya tenía todo preparado para mañana, lo único que tenía que hacer en la mañana era salir a comprar algunas cosas para comer mientras estábamos haciendo nuestras cosas divertidas.
Al día siguiente me desperté temprano y me puse a pensar en cómo iba a ser todo, me vestí y me arreglé como toda una diva a esperar a que Víctor tocara mi puerta. Duré como 1 hora en mi cuarto hasta que recibí una llamada en mi teléfono y era Víctor diciéndome que ya estaba afuera, mi cara de emoción no era normal. Fui rápidamente a abrir la puerta y me consigo con ese hombre hermoso y lo primero que hice fue abrazarlo fuerte.
- Holaa Víctor, me alegra mucho que hayas venido a mi casa, espero que nos divirtamos muchísimo.
- Jeje tranquila Marielys estoy encantado por que me hayas invitado, de verdad a ti te tengo mucho aprecio.
- Ayy que lindo, pasa para que puedas sentarte en la sal junto a mí.
Finalmente llego Víctor y estábamos a punto de empezar a divertirnos en mi sofá
Luego pasamos par a mi casa y empezamos con la diversión, estábamos conversando acerca de todo mientras estábamos recostados muy cómodos en mi sofá. En el momento en que ya estábamos más cómodos y nos estábamos comenzando a acariciar llegó mi mamá y nos apenamos un poco. Mi mamá lo notó y se comenzó a reír, luego le presenté a Víctor y ambos empezaron a conversar, tenían una conversación fluida y se notaba que a mi madre le agradaba mucho.
Me estaba poniendo hasta un poco celosa porque mi mamá es muy sexy y sentía que Víctor estaba babeando por ella, pero no le presté mucha atención, quien diría que se terminaría cogiendo a mi madre. Luego mi mamá se nos unió y estábamos conversando los 3, me gustaba que mi madre se llevara bien con el hombre que me fascina ya que lo va a ver más seguido. Luego en un momento mi mamá me dice que le hiciera el favor de comprarle una carne en una carnicería que queda como a 3 cuadras de donde vivimos.
Yo no tuve problema alguno y fui a buscar la carne mientras que Víctor se quedaba conversando con mi madre. Entonces, me fui a la carnicería rápidamente a comprarle la carne a mi madre, llegué al local y compré todo lo que necesitaba y me devolví a casa. En total me tardé como 20 minutos y luego voy camino regreso a la casa y en el momento en que abro la puerta me consigo con una gran sorpresa, Víctor se estaba cogiendo a mi madre.
Cuando llegué a la casa Víctor se estaba cogiendo a mi madre, esto me excitó demasiado y no me pude contener
Yo no lo podía creer, mi mamá estaba en cuatro y él le estaba dando duro por el culo, se escuchaban los gemidos de mi madre y Víctor estaba divino, me fascinó verlo sin ropa. Luego como al minuto se dieron cuenta de que los estaba observando, ellos intentaron detenerse, pero todo era muy evidente, no podían ocultar nada. Mi instinto fue ir a donde estaba ese hombre rico con ese pene inmenso y besarlo mientras le masturbaba la verga, estaba un poco sorprendida y muy excitada por todo lo que estaba pasando.
Luego nos fuimos para el cuarto de mi mamá y él nos batió en la cama como si fuéramos 2 putas asquerosas, yo le gemía rico. Me quité la ropa para que me metiera su enorme pene por la vagina, me empezó a frotar su inmenso pene y yo me sentía en el cielo. Mi madre estaba a mi lado, y Víctor la estaba manoseando muy rico mientras me metía el pene, cada vez me lo metía más profundo, que rico se sentía tener sexo con mi madre viéndome.
Víctor tenía una cara de placer que no se la quitaba nadie, había conseguido premio doble ese día, tenía a mi madre desnuda junto a él y me tenia a mí. Me bombeaba con su venoso pene y yo gemía como una puta, sentía mucho dolor y placer a la vez.
- ¡Ayy papi que rico! Me fascina cuando me bombardeas con tu pipe, no aguanto más, lo tienes muy grueso y cada vez va creciendo dentro de mí.
- Uff que rico, me encanta sentir tu vagina toda húmeda y dilatada mientras te cojo duro, no puedo creer lo rico que me haces sentir.
Y así fue como Víctor se terminó cogiendo a mi madre y dándome de su semen por mi panochita
Mi madre estaba muy excitada mientras veía que se cogían a su pequeña hija, luego se empezó a besar con Víctor mientras me penetraba fuertemente. Él era una maldita bestia, nunca se cansaba y cada vez me daba más duro y sentía que iba a explotar botando toda su leche dentro de mi panochita. Estaba en shock, Víctor se estaba cogiendo a mi madre y me cogió a mi después. Él me pellizcaba los pezones y se sentía como si yo estuviera en el cielo, me encanta que me insulten y me digan cochinadas mientras me cogen como a una golfa.
Luego de 1 hora de puro placer con 2 mujeres, se estaba comenzando a excitar mucho y pude sentir como me bañaba la vagina con su leche. Fue la sensación mas rica que he sentido en el mundo, luego mi mamá me empezó a chupar la vagina y me la dejo sin nada de semen, ella es una experta y me encantó como me succionaba la panochita.
Sinceramente esa vez fue la experiencia más espontanea que he tenido, nunca olvidaré que Víctor nos hizo feliz a ambas esa tarde.