Hola, soy Olivia, tengo 31 años y me considero una mujer atractiva, te contaré mi historia con un amigo de la oficina. Tengo el cabello castaño oscuro, largo y ondulado que cae en cascada sobre mis hombros. Mis ojos son grandes y marrones, con largas pestañas que resaltan mi mirada. Tengo una nariz pequeña y una boca con labios carnosos y rosados.
Mi cuerpo es curvilíneo y tengo una figura femenina con pechos y caderas bien definidos. Me gusta mantenerme en forma y practico yoga y natación regularmente para cuidar mi cuerpo.
Mi mejor amigo de la oficina
Ahora, hablando de Jake, mi compañero de la oficina y mejor amigo, es un hombre atractivo y encantador. Tiene una sonrisa que ilumina toda su cara y unos ojos verdes que me hacen perder la cabeza cada vez que los veo. Tiene un cuerpo atlético y bien formado, con músculos fuertes y definidos que se notan cuando usa camisas ajustadas.
Lo que más me atrae de Jake es su personalidad. Es un hombre amable, divertido y muy inteligente, por eso en la oficina es tan popular. Siempre me sorprende con su sentido del humor y su capacidad para resolver cualquier problema que se nos presente. Es un hombre trabajador y dedicado a su carrera, pero cuando estamos juntos, siempre encuentra tiempo para hacerme sentir especial.
Todo empieza cuando estamos acostados uno junto al otro en la cama. Su boca cerca de mi pecho izquierdo. Su mano derecha sujetando mi cabello, los dedos de su mano izquierda acariciando mi vagina y moviéndose dentro y fuera de mi coño muy mojado. Juro que Jake me iba hacer llegar si no paraba. Mi orgasmo interrumpe sus masajes y tengo que apartar su mano de mí…
Acabamos de regresar de la ciudad y nos hemos duchado juntos. Esta es una vieja tradición para nosotros, y no solo porque ahorramos agua de esa manera… Ahora estamos frente al espejo secándonos cuando saco las pequeñas tijeras de recorte y las apunto hacia él:
-O: «Déjame recortar tu barba».
J: «¿Por qué, Conejita?»
O: «Porque de lo contrario me harás cosquillas cuando me hagas sexo oral».
Jake no tarda en captar la indirecta, y me ofrece su bigote. Recorto el pelo más largo de la parte delantera y le doy una forma bonita. Como agradecimiento, recibo un beso y una palmada en mi trasero desnudo.
La mejor sorpresa
Al entrar en la habitación, veo cómo ha preparado la cama para mí. Almohadas apiladas en el centro de la cama, y una almohada en el medio de la cama para levantar mi trasero. Veo las miradas lascivas que me lanza a mi cuerpo desnudo y sé cuál es su plan para mí.
Se pone encima de mí y recorre mi cuerpo con sus besos, comenzando en mi boca, bajando por mi cuello y sobre mi pecho. Se mueve de un pezón al otro, su lengua haciendo este suave contacto con mis pezones sensibles, y haciéndolos aún más duras para él. Esto, por supuesto, envía cosquillas por mi entrepierna y la froto contra su vientre.
Continúa bajando por mis costillas, hasta mis muslos, y luego llega a la prometida tierra del coño. En este punto, ya estoy hormigueando de anticipación. Comienza a lamer los labios de mi vulva, solo para encontrar mi clítoris listo para él. Me encanta el ritmo que está usando en mí, y empiezo a respirar como si me estuviera preparando para una larga carrera.
«Bzz Bzz» Mi teléfono vibra con un mensaje y eso rompe mi concentración. Tengo que detenerlo para poner el dispositivo diabólico en modo de suspensión.
Se sube y nos abrazamos, pero de alguna manera su cabeza llega solo al lado de mis pechos. No sé si esto era parte de su plan desde el principio, pero cuando nos movemos para abrazarnos, sus manos llegan justo al lugar correcto en mi entrepierna.
Mueve dos de sus dedos entre mis pliegues, y muevo mi mano hacia abajo para guiar sus dedos hacia mi apertura muy húmeda. Él sabe los movimientos que necesito y en poco tiempo está acariciando mi clítoris a la velocidad justa. Sostiene mi cabello y siento cómo su boca intenta alcanzar mi pezón.
¿Qué puede hacer una chica en esta situación además de acercar su pecho a la boca de su amigo? Entre los dedos, la succión y el tirón, esto me está llevando a mi orgasmo a la velocidad del tren bala. De la nada, comienzo a temblar y tengo que apartar su mano de nuevo mientras tengo un orgasmo intenso.
Se sube encima de mí y frota su miembro duro sobre mi humedad. Estoy tan excitada que cuando coloca la punta en mi entrada siento que se desliza dentro de mí. Me abre deliciosamente, extrayendo los insultos que merece.
Jake me folló como se lo pedí
Tiene mis rodillas en sus axilas y sus manos junto a mi cuerpo. Los agarro y me aferró a ellos como si me fuera la vida en ello mientras comienza a golpearme salvajemente. «Fóllame duro Jake, fóllame duro!» Me oigo decir, y lo siento hacer. Mi coño está siendo golpeado sin piedad por su miembro erecto, y siento su cuerpo temblando sobre el mío.
Miro hacia abajo en nuestro punto de contacto y puedo ver cómo está golpeando la parte superior de mi coño. A veces lo necesito duro, y este es uno de esos momentos. Está fuera de sí mismo, sus instintos animales se han apoderado de él y me encanta verlo desatarse.
Mi orgasmo no tarda en llegar, y en poco tiempo me encuentro llegando a mi clímax mientras él lo ha empujado hasta el fondo y me mira con esa sonrisa de satisfacción pervertida.
El teléfono vuelve a vibrar y cuando lo agarro, me doy cuenta de que deberíamos estar calentando la cena pronto. «¿Te importa si dejamos el resto para el postre?» son sus palabras. Asiento y con un beso le hago entender que no me importa en absoluto, ya que solo es mi amigo de la oficina…