Mi nombre es Mariana, soy una mujer de 29 años, tengo un hermoso matrimonio con el hombre mas bello del mundo y una hija bastante hermosa y adorable junto a él. Soy muy feliz con ambos, me hacen sentir muy bien, todos nos amamos mucho y siempre pasamos buenos momentos todos juntos. Pero, un día llegué a mi casa y vi algo que no debía, me di cuenta de que mi esposo cogió con mi nenita cuando no estoy, lo peor es que me excité demasiado cuando los vi.
No puedo explicar que fue lo que yo sentí aquel día en el que entre en la habitación de mi hija por la madrugada y escuche esos gemidos de dolor y placer. Mi esposo estaba cogiéndose a nuestra hijita como si fuese una putita, ella gritaba mucho y parecía estar entrenada para llevar pene de su papi. Seguramente esa no era la primera vez que ambos hacían el amor a escondidas de mí. Al momento me sentí indignada, pero mientras más veía y escuchaba me sentía más cachonda.
Mi hija tiene 12 años, la tuve cuando estaba adolescente y desde ese entonces la he amado demasiado, ella es muy linda, tiene ojos azules, un cuerpecito lindo, una hermosa voz. Pase mucho tiempo creyendo que era bastante inocente y que era una niña un poco introvertida para los temas sexuales, pero por lo visto es toda una diablita en la cama. Nunca pensé que alguna vez encontraría a mi esposo cogiendo nuestra hija, pensaba que yo lo satisfacía correctamente y que lo dejaba exhausto en la cama.
Mi esposo estaba empezando cogerse a mi niña mientras yo estaba dormida
Me sentí bastante triste porque yo amo a mi esposo y no sabía que se estaba cogiendo a mi niña en vez de a mí, con razón no rendija igual en las noches de pasión. Entendía que mi hija era más joven y que era bastante sexy, e estaba desarrollando, es hermosa, pero pensé que yo era la única mujer en la que pensaba todo el tiempo. Con el tiempo me fui dando cuenta de que lo hacían todas las noches por la madrugada cuando yo me dormía, mi esposo iba cada noche a la cama de mi hija para darle su lechita y pudiera dormir tranquila. No puedo creer que mi esposo se cogió a mi nenita
Se estaba empezando a convertir en una adicción sexual, notaba cada rato que pasábamos junto que ellos se divertían mucho y se daban caricias y se hacían miradas picaras. Allí me empecé a dar cuenta de que ambos disfrutaban del placer sexual que tenían por las noches, me empecé a sentir un poco celosa porque quería participar con ellos y saber porque esa noche mi esposo cogió con mi nenita y no a mí.
Entonces empecé a idear un plan, cuando fueran a coger en la noche yo me iba a levantar y me iba a quedar al otro lado de la puerta escuchando y viendo todo en secreto. La idea me excitaba demasiado, iba a poder escuchar a mi delicioso esposo con mi pequeña hijita cogiendo durante toda la noche mientras yo hacía mis fechorías. Entonces, mi esposo llegó del trabajo y s acostó conmigo en la cama, estuvimos conversando un rato hasta que nos quedamos dormidos, ya todo iba marchando como quería.
Mi esposo cogió con mi nenita y yo no quería quedarme por fuera
Efectivamente, como a las 2 de la mañana se levantó de la cama y salió del cuarto directo al cuarto de mi hija. Yo me paré de la cama a los 10 minutos de que se fue mi esposo para que no se dieran cuenta de que estaba despierta. Me pegué a la puerta de su cuarto y empecé a escuchar todo lo que pasaba, los gemidos de mi hija, los insultos sucios de mi esposo y como sonaba su pene en la boca de Sofia.
Yo me estaba empezando a mojar solo de oírlos, abrí un poquito la puerta sin que se dieran cuenta y empecé a observarlos mientras me manoseaba la vagina. Estaba demasiado cachonda cuando comencé a ver el gigantesco pene de mi esposo entrando por la boquita de mi niña y como se atragantaba con él, hacia que la panocha se me mojara completamente. mi esposo cogió con mi nenita y yo quede demasiado satisfecha.
Luego él saco su pene de su boca y empezó a mamarle su conchita mientras le manoseaba sus tetitas rosaditas, ella no dejaba de gemir cuando su papi le mamaba su panochita, se veía cerradita y rosada, ¡que delicia la vagina de mi hija!
Yo no podía aguantarme más, mi vagina estaba chorreando y quería saber a qué sabía la conchita de mi hija, quería acompañarlos en su encuentro sexual. Entonces, fui entrando poco a poco al cuarto, ellos estaban empezando a coger y yo viendo cada detalle de la cogida que le estaban dando a mi nena. Mi esposo cogió con mi nenita como si no hubiese mañana, y se enteraron de que yo los estaba observando mientras me manoseaba y estaba desnuda.
El placer que sentí cuando mi esposo con cogió con mi nenita y yo entré en su habitación me hizo sentir en el cielo
Ellos estaban en shock, no se esperaban que llegaría, pero, me fui acercando poco a poco y me monté encima de mi hija y empecé a chuparla todita. Empecé con sus senitos, estaban muy pequeños, sin embargo, yo estaba saboreando y notando como mi hijita se excitaba, después le empecé a chupar la vagina, sabia muy rica, saladita y le mordía un poco el clítoris para que sintiera divino.
Mi esposo estaba masturbándose y muy excitado, su esposa y su hija preciosa estaban cogiendo al frente de él, era el mejor día de nuestras putas vidas. Mi niña estaba empezando a correrse, gemía más fuerte cada vez y su conchita inundó mi boca, mucho fluido vaginal corrió por mi garganta esa noche. Luego de dejar a mi bebe satisfecha su papi empezó a masturbarse al frente de ella, necesitaba darle su lechita de todas las noches, lo habíamos vuelto a excitar con nuestra demostración.
Entonces en cuestión de minutos la carita de mi niña esta repleta de semen, su papi era todo un diablo en la cama y ella estaba satisfecha. Desde ese momento empezamos a ser la familia feliz y nos encontrábamos cada noche en le cuarto de mi hija para las “reuniones familiares”. Mi esposo cogió con mi nenita y no me quedé atrás