Mi nombre es Fabiana, tengo 15 añitos y me encanta hacer cosas divertidas y disfrutar con mi hermano mayor mientras estamos solos. Ambos nos llevamos muy bien desde que tengo memoria, el me trata como si fuera su princesa y él es mi rey. Yo siempre he sido muy curiosa y desde que tenia 12 años me encanta explorar el mundo de la sexualidad, me excito mucho.
Mis padres se la pasaban todo el tiempo trabajando y nos dejaban solos casi siempre, mi hermano y yo durábamos más de 8 horas juntos. El se llama David, tiene 19 años y la verdad es toda una ternurita conmigo, siempre me trata bien y ambos nos consentimos mutuamente. Él es muy atractivo, tiene músculos grandes, cabello negro y es bastante alto, tiene todo lo que necesita un hombre para llamar mi atención.
Yo nunca he tenido un novio, los chicos de mi escuela no me gustan y la verdad pienso que son bastante ridículos. Además, a mi hermano tampoco le gustaba la idea de que estuviera con un chico, él es muy celoso conmigo, yo también lo soy. Siempre me aconseja y me dice que los hombres pueden ser malos conmigo y que debo tener mucho cuidado, por eso el me protege.
Soy una adolescente que apenas está incursionando en el mundo del amor y no sabía nada de tener novio, pero lo deseaba. Lo más cercano a un chico en mi vida era mi hermano, además, pasábamos gran parte de nuestro tiempo juntos, me empezaba a llamar la atención. Mi hermano era muy sensual, y siempre lo veía salir del baño en ropa interior, yo estaba enloquecida cuando veía su enorme pene.
Mi hermano mayor estaba actuando muy extraño
No sabía si yo también le llamaba la atención, yo intentaba seducirlo y me vestía con poquita ropa para que se excitara. A ver si me empezaba a ver de otra forma, así como yo lo veía a él, creo que mis planes estaban teniendo resultados. Siempre me decía cosas en doble sentido y me quedaba viendo mi cuerpecito cuando estábamos juntos viendo televisión, mi hermano mayor estaba babeando por mí.
En ocasiones buscaba la manera de acercar mi cuerpo al de él y calentarlo, colocando mis nalgas entre su pene mientras nos acostábamos. Eso causaba una gran erección en él, su pene se sentía duro y tenso frotándome y yo deseaba que me quitara la ropa y me cogiera duro. Mi hermano mayor se estaba empezando a dar cuenta que todo esto lo estaba haciendo a propósito, y también se puso a jugar conmigo.
Siempre nos poníamos en el cuarto a acostarnos mientras jugábamos o nos poníamos a conversar y nos empezábamos a acariciar suavemente. Él sabia como utilizar sus manos, me erizaba la piel y mi vagina me empezaba a palpitar, yo también hacia que se excitara con mis caricias. Ese día nos dimos cuenta que ambos nos queríamos devorar y nada no los impedía, el empezó a bajar sus manos y me manoseaba la vagina.
Yo estaba empezando a sentirme muy cachonda, mis manos se fueron directamente hacia el pene de mi hermano mayor, y se sentía muy grueso. El me empezaba a decir que era una pequeña muy cachonda, mi panochita estaba toda mojada y deseaba que me cogiera durísimo. Su pene iba creciendo mientras yo lo masturbaba, él me quitó toda la ropita y quedamos completamente desnudos, estaba cumpliendo mi fantasía sexual.
Estaba a punto de perder mi virginidad con mi hermano mayor
David se montó encima de mí y me empezó a frotar su pene en mi panochita virgen, estaba muy apretadita. Sin embargo, se habría mientras me frotaba su pene en mi clítoris y sus deditos fueron la sensación más rica que he sentido. Fue metiéndome los deditos lentamente y yo sentía muchas cosas en ese momento, estaba excitada y muy nerviosa porque era virgen.
Estaba disfrutando de mi primera vez con mi hermano mayor, me fascinaba sentir su pene en mi vagina y ver su cara de satisfacción. A David le encantaba tener sexo conmigo, luego fue metiendo su pene a medida que mi panochita se estaba dilatando. Ya estaba lubricada, pero me dolía demasiado mientras me metía su pipe gruesísimo por mi conchita, estaba llorando del dolor.
Poco a poco estaba entrando todo su pene dentro de mí, el dolor aumentaba, pero el placer también, se sentía rico. En un momento me metió todo su pene y yo grité durísimo de tanto dolor, me rompió el himen y comencé a sangrar. El me dijo que me relajara y me siguió bombeando su gigantesco pene mientras yo estaba sollozando y gimiendo, era dolor y placer divino.
Luego de que mi hermano mayor me rompiera la panochita el dolor se estaba yendo y todo lo que hacía se sentía rico. Me cogió durísimo en la cama, me agarraba por las tetas y me las pellizcaba duro, que rico se sentía coger con David. Me estaba excitando demasiado y me vagina estaba rojita y sentía demasiada excitación, mi hermano estaba gozando con su pequeña puta.
Mi hermano mayor me baño la boquita de leche y yo estaba muy cachonda
Yo era su putica y el era mi papi, desde ahora no nos íbamos a aburrir nunca, quería que me cogiera a diario. Yo gemía tan duro que se escuchaba afuera, mi hermano me tapaba la boca y me decía que era su pequeña zorra. El estaba muy excitado y me estaba cogiendo fuerte, nunca me había bombeado tan fuerte, estaba a punto de correrse.
Mi hermano mayor siguió dándome pene por 40 minutos y yo estaba exhausta de tanto placer, me dolía sentirlo dentro de mí. Estaba a punto de venirse, sacó su grueso pene y me lo puso en la cara, empezó a eyacular me y yo abrí mi boquita. Empecé a tragarme su lechita y a recibirla como la pequeña puta que soy, me fascinó tener a David en la cama solo para mí.
Después me dijo que me quería solo para mí, y que no iba a dejar que nadie me cogiera, que dese ahora era su pequeña zorra. Me fascinó tener sexo con mi hermano mayor.