Mi nombre es Carlota tengo 22 años de edad y me encanta ver películas en mi casa mientras me devoro todo lo que hay en la nevera, adoro la pizza. Yo vivo sola en un departamento tipo estudio, actualmente estoy trabajando desde casa por internet y también estudio en la universidad. No me gusta salir mucho y soy de pocos amigos, por eso es que me la paso en la casa viendo películas mientras pido deliverys de comida rápida. Nunca hubiera pensado que el ciclista me iba a dar la mejor cogida de mi vida.
Nunca me ha gustado salir de mi casa a comprar cosas y ahora con la pandemia mucho menos, por eso es que siempre pido deliverys que me traen cosas hasta le puerta de mi casa, lo se soy muy gorda. Entonces, cada vez que tenía un tiempo libre decidía ver películas o hacer algo divertido en mi casa mientras comía algo y me divertía al máximo. Soy una chica muy atractiva, tengo un buen cuerpo, senos grandes y unas nalgas muy llamativas, sin embargo, casi nunca llamaba la atención de los hombres, tal vez porque no salgo nunca.
Recuerdo que un día sábado que estaba bastante nublado y el clima estaba húmedo me puse a ver películas mientras estaba acostada en la cama. El detalle era que ya me había comido todo lo que estaba en la nevera, yo tenia hambre y decidí pedir un delivery para que me trajera una pizza y así disfrutar de la película mientras tenía la barriga llena. Entonces lo primer que hice fue coger mi teléfono y luego marqué al primer servicio que encontré y me contestaron al instante.
No imaginé que ese día me fueran a dar la mejor cogida de mi vida
Yo estaba sorprendida por lo rápido que contestaron en esa ocasión, ya que, normalmente tardan como 5 minutos, pero a mi me contestaron al instante. Le hice mi pedido a la operadora y le proporcioné los datos de pago y mi dirección para que me trajeran la pizza. Ya todo estaba concretado y me dijeron que esperara 10 minutos hasta que llegara el ciclista del delivery. Quien diría que ese día me iban a dar la mejor cogida de mi vida.
Seguí viendo mi película mientras esperaba que me tocarán el timbre de mi apartamento y recibir la orden que había pedido, estaba muerta del hambre. Finalmente, después de unos 13 minutos escucho que alguien toca el timbre de mi casa, estaba segura que era el chico del delivery porque a mí nadie me viene a visitar. Fui rápidamente abrir la puerta y cuando lo hago veo a un chico muy apuesto con una cara que me parecía familiar, en el momento en que lo vi me sentí muy atraída.
El me vio y me reconoció, me dijo que como estaba yo, que tenia mucho tiempo sin saber de mí, a todas estas yo no sabía quién era. Luego fue que me puse a pensar y recordé su nombre, era un chico que había estudiado conmigo en la universidad, s nombre era Franco y ambos nos llevábamos muy bien en clases.
- ¡Hola como estás Franco!, tenia mucho tiempo sin saber de ti, sabes que nunca he sido muy buena manteniendo contacto con amistades jejeje.
- Si vale, veo que has cambiado mucho, te ves mu linda y la verdad extrañaba mucho conversar contigo.
El ciclista que traía el delivery era un amigo de la universidad, ¡qué hombre tan lindo!
La verdad estaba muy emocionada por volver a ver a mi amigo, tenía mucho tiempo sin conversar con amistades, yo le tenía mucho aprecio a franco, siempre era lindo conmigo. Le pregunté que si tenia tiempo libre para que pasara al apartamento y ver si conversábamos un rato mientras comíamos pizza. El me respondió que justamente yo era la ultima clienta que le tocaba atender en ese día, eso significaba que si podríamos conversar durante un largo rato y divertirnos.
Yo le dije:
- Ponte cómodo franco, ¡bienvenido a mi casa!
- Tu casa es muy bonita Carlota, de verdad agradezco mucho que me hayas invitado a pasar, necesitaba un momento con alguien especial desde hace mucho
- Awww que lindo eres, tú también eres alguien muy especial para mí y quiero que lo sepas. De hecho, yo también necesitaba pasar tiempo con alguien.
La verdad me sentí muy especial y a gusto mientras conversaba con mi el ciclista que también era mi amigo de la universidad. Necesitaba sentir compañía masculina y disfrutar de una buena conversación desde hace muchos meses, lo que más me impresionaba es que nos sentíamos como si nunca hubiéramos dejado de hablar, como si nada. El era muy lindo y me halagaba mucho, yo me estaba poniendo muy cariñosa con él y me recostaba de su pecho mientras estábamos en el sofá para que se pusiera más amoroso.
Me estaba poniendo cachonda porque deseaba tener la mejor cogida de mi vida esa tarde
Franco se estaba poniendo muy cómodo mientras estaba junto a mí, me encantaba ver su cara de satisfacción mientras estábamos juntos. Luego me empezó a dar hambre y abrí la pizza para empezar a comer, ambos estábamos muy hambrientos y nos comimos esa pizza familiar entre los dos. Luego quedamos muy llenos de tanta comida y nos echamos en el sofá, yo me acosté encima de él y me estaba comenzando a sobar la pancita y nos estábamos riendo mientras jugueteábamos con cosquillas.
Yo me estaba comenzando a excitar y decidí hacerle cosquillitas en el cuello, podía notar como se retorcía de tanto placer, ambos queríamos tener sexo y lo podía notar. El ambiente estaba perfecto, el día estaba nublado, el clima estaba frío y estábamos solos en el apartamento, debía tomar la iniciativa para que me dieran la mejor cogida de mi vida.
- Carlota veo que sabes hacer cosquillas muy bien jeje, me tienes retorciéndome
- Jeje lo sé, tú también sabes cómo provocarme, de verdad me estoy divirtiendo mucho aquí junto a ti.
Cuando dije eso Franco capto lo que estaba tratando de insinuarle, los ojos le brillaban y el deseo sexual que tenia en ese momento no era nada normal. Empezó a tocarme cada vez más abajo de la pancita y me hacía cosquillitas, yo me mordía los labios y gemía un poquito para excitarlo. Obviamente esto estaba funcionando muy bien, le empecé a tocar su enorme pene al notar que ya se estaba poniendo grande y venoso, estábamos muy prendidos, ambos queríamos devorarnos y yo estaba loca porque me cogiera duro.
Me encantaba coger con franco, su pene era inmenso y yo me lo quería devorar todo
- Franco, déjame decirte que tienes un pene muy grueso y me gusta mucho como se siente, tengo ganas de atragantarme con él y que me acabes en la cara, estoy loca porque me cojas.
- Realmente me excitas mucho mi pequeña, tus caricias hacen que mi pene se ponga muy grande y me dan ganas de cogerte duro y azotarte contra la pared.
Franco y yo nos fuimos rápidamente para mi cuarto y nos lanzamos en la cama, estábamos apunto de coger muy duro y yo estaba con ganas de que me destrozara la vagina. Ambos estábamos muy excitados y nos quitamos toda la ropa y la tiramos en el piso y empezamos con nuestros juegos sexuales, que rico que me dieron la mejor cogida de mi vida.
Estábamos como locos, las ganas que teníamos no eran normales y me empezó a frotar su pene en mi rajita mientras yo me mojaba toda y se dilataba para que me pudiera entrar todo ese enorme pene venoso dentro de mí. Quien diría que el ciclista iba a ser tan sensual, luego de un rato me empezó a meter su pene de a poquito, hasta que ya mi vagina estaba abierta y se trago todo ese pene, yo gritaba del placer.
- Que rico coges papi, me fascina como me das tus fuertes embestidas con tu pene, me vas a destrozar mi panocha, quiero que me rompas todita.
- Cierra la boca y disfruta de esta cogida que te voy a dar, esto es solo el comienzo bebe, ya veras todo lo que te haré.
Franco me dio la mejor cogida de mi vida y me echó su semen en mi cara
Yo estaba sintiendo mucho placer en mi vagina y ese hombre seguía dándome duro, su pene estaba jugoso y teníamos mucho tiempo en esa penetración intensa. El me manoseaba el culo mientras cogíamos y me decía que era su puta barata, me encantaba que me insultara, me sentía como una sumisa. El era muy rico, yo le ponía la mano en el pecho para que se alejara un poco, pero él seguía dándome duro, yo quería terminar de coger no aguantaba esa penetración, además deseaba sentir sus chorros de leche.
El ciclista estaba a punto de correrse dentro de mí me bombeo muy duro durante 10 minutos en los que estaba clara de que tenia su semen en la punta de su pene y luego me lo echó todo. Saco su pene de mi vagina y me llenó la cara de leche, así como yo quería. Luego me limpie el semen can mi lengua y nos acostamos a dormir por el agotamiento que teníamos.
Fue la mejor cogida de mi vida ese hombre era demasiado tierno, pero en la cama era un dios sexual, nunca pensé que pedir pizza fuera tan divertido.