Recuerdo la vez que acudí al masajista porque tenía mucho estrés acumulado y me cogieron bien duro mientras me hacían un masaje. Me llamo Elizabeth, tengo 30 años de edad, me considero bastante sexy y atractiva para mi edad y tengo un carisma que mata a cualquier hombre. En esta ocasión les contaré a fondo como fue mi experiencia cuando me cogieron divino durante un masaje, la mejor experiencia sexual hasta ahora.
Yo tengo un trabajo bastante bueno, pero el detalle es que en ocasiones me veo sometida a mucho estrés laboral, puesto que, trabajo durante muchas horas al día. Entonces, al llegar a casa me di cuenta que tenía mucha presión corporal, me dolía la espalda y el cuello, por eso decidí acudir a un masajista. Había conocido a un vecino hace unos días que me había contado que es masajista, su nombre es Fernando, un sujeto muy encantador y bastante tranquilo.
Decidí acudir a él porque me lo han recomendado anteriormente, dicen que su trabajo es excelente y que lleva más de 20 años ofreciendo su servicio. Entonces me dirigí a su casa que no quedaba a muchas de la mía y toqué su puerta, el abrió inmediatamente y me pidió que entrara.
Yo: ¿hola Fernando como estás? Vine por aquí porque últimamente he estado bastante estresada y necesito tiempo de relajación mientras me hacen un masaje, quería saber cuándo puedo venir para que me atiendas.
Fernando: que bueno saberlo Elizabeth, me alegro bastante que me hayan recomendado jeje, estoy libre hoy como a eso de las 5:30 pm, si gustas puedes venir a esa hora para quitarte el estrés y toda esa tensión corporal.
Les contare como fue que me cogieron mientras me hacían un masaje
Yo: ok me parece perfecto, en ese caso nos vemos hoy en la tarde, vendré para ponerme muy ligera y que me ayudes a relajarme totalmente jejeje.
Realmente me había puesto un poco cachonda por la forma en cómo me atendió el masajista, estaba dispuesta a relajarme totalmente con tal de tener a ese hombre tocándome toda. Entonces terminé las cosas que debía hacer en la casa, me di una larga ducha de relajación y finalmente me arregle bien sexy para que Fernando admirara mi hermoso y sexy cuerpo. Se hicieron las 5:30 pm y me fui directamente para la casa del masajista. ¡Qué rico que me cogieron durante ese masaje!
Toque la puerta del vecino y me atendió de la manera más gentil de todas, me dijo que pasara a su casa y que pronto estaría lista el área donde me iba a dar mi rico masaje de relajación. Ya tenía preparado la habitación con velas aromáticas y una luz erótica que ocasionaba que mi vagina se me remojara en mis jugos, me dijo que me recostara en su colchón y obedecí.
En ese momento me sentí muy cómoda y totalmente relajada, puesto que, el ambiente estaba muy bien preparado y la presencia del masajista m excitaba muchísimo. Fernando me pidió que quitara la ropa y me quedara únicamente con mis pantaletas y mi sostén, yo le hice caso y me puse como él me indicó, luego me arropó con una toalla especial. Empezó a untarme un líquido que ayuda para estimular el cuerpo durante el masaje, esto ocasiono que me estremeciera un poco, luego me empezó a masajear y me fui relajando poco a poco.
El masajista me estaba empezando a excitar mientras me daba su masaje
Yo: uhhh Fernando que rico se siente todo esto, tienes unas manos demasiado ricas, sigue así te lo ruego, espero que este momento nunca termine.
Fernando: jejje, me alegra mucho que estés disfrutando del proceso, al parecer en poco tiempo ya se ha reducido gran parte del nivel de estrés que tenia acumulado, tienes la piel muy suavecita y rica.
Yo: ¿enserio crees eso? Jeje, muchas gracias, creo que me siento bastante relajada porque estás aquí manoseándome con esas manos angelicales mientras me lubricas todo el cuerpo y eso me tiene como loca.
Fernando: y eso que apenas estamos empezando, ahora es que falta que te haga un millón de cosas que se van a sentir aun más ricas n tu piel.
Yo: ufff que rico suena todo eso, me encantaría que probaras haciéndome las cosas que tú quieras, solo quiero que me relajes y me hagas sentir placer, tú decides como hacer.
En ese momento me sentí muy excitada y cada vez más se incrementaba el deseo que sentía que Fernando me pasara su verga por la cara y me la llenara de leche. Entonces, él siguió masajeando toda mi piel mientras realizaba movimientos especiales de fisioterapia, se sentía bastante bien, en un momento me deje llevar y empecé a soltar ligeros gemidos.
Que rico cuando me cogieron durante ese masaje lleno de placer y sensaciones muy agradables que sintió mi cuerpo, un día inolvidable que quedara tatuado en mi memoria. Sinceramente el masajista estaba cada vez más sexy y llegué a notar cómo iba poniéndose cada vez más cachondo, bajaba sus manos y me comenzaba a tocar las nalgas y me las lubricaba con su aceite esencial.
Me cogieron muy duro por andar de puta cachonda
De un momento a otro me fue quitando la toalla que me cubría el cuerpo y me masajeaba cada vez más profundo. Yo no podía aguantar más, estaba muy excitada y decidí retorcerme toda para que ese diera cuenta que deseaba que me cogiera muy duro y que quería que abusara de mí. Entonces me empezó a meter las manos en las pantaletas poco a poco mientras masajeaba todo eso, empezaba a gemir fuerte para que no parara de hacerlo.
Lo que más me sorprendió es que me agarró por las pantaletas y me las quito lentamente hasta dejarme desnuda, yo estaba muy húmeda y toda cachonda. Más adelante me quito el sostén y me termino dejando justo como quería, desnuda como una puta israelí, notó todo lo mojada que estaba y comenzó a estimular mi totona. Se montó en el colchón y me empezó a frotar la totona, yo estaba liberando mis líquidos vaginales mientras sus dedos estaban en mi vagina.
Yo: ayyy que rico Fernando, desde hace rato que necesitaba esto, esos dedos que tienes son bien rico y me encanta que me metas tus manos en mi chocho caliente, cógeme duro papi te lo suplico.
Fernando: ufff si, mírate toda mojada como una puta barata, me encantan las clientas como tú, que desean llevar pipe todo el tiempo, me encanta como me suplicas que siga jurungándote la panocha. Te voy a coger muy duro.
Yo: ayyy sii papi rico, uhhh dámelo todo, hazme venirme toda y si soy tu puta barata, quiero que me sigas diciendo cosas sucias y me hagas maldades.
Me encantó mucho la ocasión en que me cogieron bien duro durante el masaje y me acabaron en la chocha
Todo lo que le dije a Fernando estaba poniéndolo muy caliente, su pene estaba erecto y en cuestión de segundos se había quitado toda la ropa. Fernando comenzó a estimular mis pezones y me los pellizcaba para que gritara fuertemente, yo no podía quitar la viste de su pene enorme. Luego de 4 minutos me puso el pene en la boca para que se lo chupara como una prostituta profesional, su pene apenas y me entraba en mi boca y sabia bien rico.
Yo estaba dándole la mejor mamada que podía, moviendo mi lengua como una ninfómana con mucho deseo de recibir leche por su garganta. Él estaba gimiendo del placer que le causaba tener su pene en mi boca, miraba hacia arriba para ver su rostro y podía ver su cara de demente toda estimulada y excitada. Luego de 10 minutos me sacó el pene de la boca de puta que tengo y se montó encima de mí para destrozarme la totona, me estaba frotando toda con su pene.
Termine exhausta de tante pene que llevé esa tarde
Mi vagina estaba totalmente húmeda, nunca antes la había sentido tan dilatada, al instante Fernando metió su pene en mi panocha y esta se la trago completita. Yo estaba recordando todas las veces que me cogieron bien duro para recopilar todas las experiencias y darle el mejor sexo a este masajista sexual que me ponía muy cachonda. Me bombeaba su pene muy duro, sus bolas estaban chocando con mi culo, yo gemía como una niña virgen de 13 años recién violada, pero entre ese momento de dolor y relajación era realmente feliz.
Yo: aaaaa que rico se siente tener tu pene metido en mi chocho, me vas a hacer venir, sigue así y te voy a echar todo mi jugo en tus bolas papi rico. Que rico que me cogieron como una puta barata.
Fernando: uhh que rico, estoy a punto de correrme todo encima de ti, tu coño está muy mojado y dilatado, nunca había cogido con una zorra tan caliente como tú.
Duramos 5 minutos el masajista me acabó adentro en mi panochita, estaba llena de su leche y ambos quedamos exhaustos. Me fui al rato y quedamos en vernos la semana entrante para la siguiente sesión. Me encantó cuando me cogieron bien duro mientras me hacían un masaje.