Cuando estaba en mi último año de bachillerato me volví una verdadera puta. Era una de las chicas populares y más bellas de la escuela, así que había muchos chicos interesados en meter su polla dentro de mi vagina. Sin embargo, hoy les contaré cómo fui follada por mi profesor de inglés durante una de mis clases.
Además de popular y hermosa, también era una de las mejores estudiantes de mi clase. Mis calificaciones eran muy altas y mis profesores sentían un aprecio especial por mí, sobre todo Gio, mi profesor de inglés.
Gio era diferente a los demás maestros. Se graduó muy joven de la universidad y era muy apuesto, debido a su apariencia muchos solían pensar que se trataba de un estudiante también.
Desde que él llegó a la escuela nuestra conexión fue inmediata, yo le gustaba mucho, lo sé. Pero, el profesionalismo siempre fue una de sus mejores características, por más que me insinuaba no lograba que cayera en mis redes. Hasta que un día, lo tuve en mis manos porque descubrí uno de sus secretos.
Mi silencio a cambio de ser follada por mi profesor
Una tarde cuando ya todos se habían ido de la escuela, tuve que regresar porque olvidé algo en mi escritorio. Mi sorpresa fue que en el salón de clases vi cómo Gio estaba teniendo sexo encima de su escritorio con mi maestra de literatura.
No me molestó la situación, de hecho, al ver la escena me excité demasiado, ambas personas tenían cuerpos demasiado atractivos y ver cómo Gio metía su polla dentro de esa vagina me hacía sentir envidia de la profesora.
Lo que hice en aquel momento fue retirarme sin que ellos se dieran cuenta, pero antes de hacerlo, tomé mi teléfono y empecé a grabar sigilosamente para tener pruebas.
Al otro día volví a la escuela y no lo conté a nadie de lo sucedido. Cuando la clase terminó fui la última que quedó en el salón con el profesor, lo hice con la intención de chantajearlo.
Al ver que me quedé sentada sin intensiones de salir se acercó a mí preguntándome qué sucedía. Solo respondí sacando mi teléfono y mostrándole el video.
Por supuesto se sorprendió y se limitó a preguntarme qué es lo que quería y le dije que quería exactamente lo mismo que ella.
Gio se veía confundido, así que para hacerlo entender me acerqué a él y acaricie su entrepierna, dándole un beso en el cuello. Vi cómo su piel se erizó y sentí que su polla se ponía dura. Eso hizo que mi coño se humedeciera rápidamente.
Él me dijo que lo esperara en uno de los salones más remotos de la escuela, así que fui hasta allí me desnudé y lo esperé impacientemente.
Follada salvajemente por mi profesor de inglés
Cuando llegó yo estaba con las piernas abiertas sentada sobre el escritorio. Había decidido quedar con la mini falda del uniforme, sin bragas y en sostenes para verme más sexy.
Gio se acercó muy serio y me dijo:
–Así que quieres una lección particular de inglés, entonces comencemos. Me tomó salvajemente por el cabello y con la otra mano me estrangulaba por el cuello ¡Demonios que excitante!
Me empujó al escritorio, dándome la vuelta para que quedara con el culo expuesto como una puta dominada. Subió mi falda y tomó la regla, empezando a golpearme las nalgas con ella.
–Eres una alumna muy mala, es hora de tu castigo. Me decía y cada palabra me hacía excitarme más.
Después de mis nalgadas me dio la vuelta e hizo que me arrodillara a sus pies. Me tomó por el cabello y me obligó a chuparle la verga. Era tan deliciosa que no me importaba atragantarme con ella, era el mejor castigo que me habían dado.
Mientras le hacía sexo oral me obligaba a mirarlo a los ojos, así que lo hice. Cuando sentí que estaba a punto de correrse me detuve levantándome.
-¿Por qué paras puta, cumple con tu castigo?
Lo miré empujándolo contra la pared y le dije que no se equivocara, las reglas las ponía yo. Me senté en la mesa del escritorio y arrastrándolo por la corbata, hice que se arrodillara para comerse mi coño. Empezó a lamerlo y a chupar mi clítoris con gran habilidad, haciendo que mi vagina cada vez lubricara más.
Las reglas del juego las ponía yo
Su lengua hizo maravillas en mi coño, mientras yo gemía y gritaba frases obscenas en inglés a mi profe. Tanto fue el placer, que me hizo correr deliciosamente solo usando su boca. Pero para mí, todavía no era suficiente.
Él se levantó y yo me di la vuelta sobre el escritorio, poniendo a su disposición mi culo y mi vagina. Gio se abrió paso entre mis nalgas y empujó su polla dentro de mi vagina excesivamente húmeda. Era una polla mi grande así que cada vez que la introducía me hacía gritar.
Hicimos muchas posiciones, me senté encima de él, puso mis piernas hacia arriba… Parecíamos un par de acróbatas. Cuando por fin explotó su leche dentro de mí, pensaba que habíamos terminado, pero estaba equivocada.
Su lado dominante volvió a aparecer, me tomó por el cabello salvajemente y me puso en cuatro patas sobre la mesa.
-¿Esto es lo que querías perra? ¡No te vas hasta que yo lo diga!
Sin piedad introdujo su pene dentro de mi culo, haciéndome llorar como una perra de tanto dolor. Me empezó a coger por el culo salvamente, masajeándome las tetas y el coño, mordiendo mi espalda y rasguñándola.
La situación se me había salido de las manos y ya no estaba siendo placentera. Me dolía el culo y ese hombre cada vez me metía su verga más duro. Intenté gritar para pedir ayuda, pero se quitó la corbata y la amarró en mi boca para callarme. Con las trenzas de mis zapatos me ató de manos. Luego volvió a lo suyo…a destrozarme el culo.
Follada por mi profesor que resultó ser un enfermo sexual
Después de un rato de hacer conmigo todo lo que se le ocurrió, nuevamente vació toda su leche dentro de mí. Y al verme asustada me desató y se disculpó, diciendo que pensaba que todavía yo lo estaba disfrutando, que solo era un juego.
Me abrazó y empezó a besarme tiernamente y se acercó a mi oído susurrando.
-No debes chantajear a tu profesor de inglés, desde ahora en adelante serás mi puta.
Desde ese día y hasta que salí del bachillerato fui follada por Gio, fui su puta colegiala, su juguete sexual… desde ese fui follada por mi profesor de inglés todos los días.