Estábamos a mitad de febrero y pronto sería mi fiesta de cumpleaños número quince. Como es tradición, escogí un compañero de baile y todos los días practicada con él una coreografía para mi fiesta. Como estaba enamorada de mi tío y él era como mi padre, lo escogí a él.
Todos los días nos reuníamos al atardecer para las prácticas, pero también aprovechábamos el tiempo para hablar y conocernos mejor. Estábamos muy cerca el uno del otro, además como nuestros cuerpos siempre estaban en contacto por el baile, yo la pasaba muy bien con él. Pero una tragedia llego para oscurecerlo todo. Un par de días antes de mi cumpleaños, mis padres tuvieron un accidente de auto y murieron en el acto. Todo mi mundo se derrumbó, yo no tenía a más nadie, únicamente a ellos y a mi tío.
Afortunadamente, mi tío siguió estando allí para mí y me dio todo su apoyo. Se mudó a mi casa conmigo y prometió hacerse cargo de mí.
Con el tiempo mi estado mental y emocional volvió a funcionar como antes. Retomé mi vida, volví a la escuela y traté de llevar una vida normal.
Para que todo se mantuviera en funcionamiento, mi tío y yo tuvimos que organizar nuestra convivencia. Nos dividimos tareas como sacar la basura, mantener la casa limpia, cocinar e incluso él estableció algunas reglas que yo debía cumplir. Una de ellas, es que debía mantener notas altas en la escuela y que no debía salir sin su permiso.
Siempre estuve enamorada de mi tío
Las cosas no iban tan mal, tampoco era una pesadilla vivir con él, ya que siempre estuve enamorada de mi tío.
Un día le pedí permiso para ir a la fiesta de cumpleaños de un amigo de la escuela, prometí volver antes de la medianoche, porque los padres de mi amigo me traerían. Él accedió y me dijo que aprovecharía para invitar a su novia para pasar un rato con ella. No me opuse, también quería que él fuera feliz.
Fui a la fiesta, pero estaba tan aburrida que solo una hora después le pedí a los padres de mi amigo que me llevaran a casa.
Al llegar, abrí con mis llaves y pude notar que toda la casa estaba en silencio, me sorprendí porque esperaba encontrar a mi tío con su novia en la sala de estar viendo televisión (obviamente era mi ingenua).
Cuando iba a mi habitación, unos gemidos fuertes y un sonido que parecía aplausos me hizo desviarme hacia la habitación de mi tío. Pero, al abrir la puerta, noté que no estaba allí y que el sonido provenía de su baño.
Me acerqué poco a poco y vi su ropa y ropa de mujer tirada por todos lados. El escenario era obvio, estaban teniendo sexo. Como estaba enamorada de mi tío sentí muchos celos y sin pensarlo me acerqué a ellos.
Abrí la puerta del baño y pude ver a la novia de mi tío arrodillada, frente a él. Su pene estaba en la garganta de ella, quien parecía atragantada. Estaban bastante felices, hasta que me vieron a mí, parada allí.
Sentí celos porque estaba enamorada de mi tío
Ambos trataron desesperadamente de cubrirse. Yo enfurecí, estaba muy celosa, tomé a la mujer por el cabello y la saqué de mi casa, además le grité un montón de obscenidades. También le grité a mi tío, estaba demasiado celosa. Él se limitó a encerrarse en su habitación.
Yo me senté en la sala de estar y comencé a despotricar contra mí misma y contra mi comportamiento. Había algunas sobras de pizza en la mesa así que me la comí y en ese momento llegó mi tío y se sentó junto a mí.
Teníamos mucho de qué hablar, pero solo nos sentamos en silencio por unos minutos. Hasta que él rompió el silencio.
Tengo que pasar más tiempo contigo cariño, todavía estás pasando un momento dificil y no debí traer nadie a casa.
Me sentí avergonzada y me encogí de hombros. En mi mente rondaba la imagen de lo que acababa de ver y deseaba poder ocupar el lugar de esa chica.
Intenté abrazar a mi tío y recostarme en su regazo, pero él se alejó. Noté que su pene todavía estaba duro y erecto y que por eso no se acercaba tanto a mí.
Te puedo ayudar con eso, tío. Le dije y antes de que respondiera me arrodille, saque su pene de los pantalones y lo metí profundamente en mi boca hasta llegar a mi garganta.
No hagas esto, cariño. Esto no puede se… Sus palabras se ahogaron con su propio gemido.
Succioné fuerte y metía su pene cada vez más profundo en mi boca. Con las manos masajeaba sus bolas y se sentía muy bien.
Le hice sexo oral para disculparme porque estaba enamorada de mi tío
Aumenté la velocidad de mis movimientos y la fuerza de succión para demostrarle a mi tío que no necesitaba a nadie más, que yo podía hacerlo feliz. Él empezó a empujar su pene en mi boca y su respiración se aceleró mucho. Estaba casi atragantada, pero me esforcé por hacer un buen trabajo.
Su pene se infló un poco y expulsó con fuerza mucho semen que me terminé tragando porque cayó directamente más allá de mi garganta.
Mi tío estaba extasiado y gemía muy fuerte. Aproveché para montarme encima de él como una vaquera y empecé a cabalgar para que su pene me diera placer antes de que se pusiera suave.
Galopé en su pito arriba y abajo, yo era virgen, por lo que me dolió y sangré un poco al inicio, pero no me importó y seguí disfrutando. Él se aferró a mi cuerpo que subía y bajaba. También amasaba mis tetas y chupaba mis pezones. No pasó mucho tiempo para que me corriera encima de él y mis líquidos se esparcieron por todo su pantalón.
Él no dijo nada, estaba mudo y con cara de miedo. Yo simplemente lo abracé y ahora estaba más enamorada de mi tío.