Mi nombre es Victoria, tengo 17 años, tengo un cuerpo muy sexy, cabellera larga color negra y unas sendas bichas que llaman la atención de todos. Yo soy la pequeña de la casa, tengo 3 hermanos, todos son más grandes que yo y ya tienen sus vidas y viven fuera del país. Recuerdo que mi hermano Eduardo siempre fue muy lindo conmigo y había química entre nosotros. Un día volvió para la casa y llevé candela en la cuca ¡la mejor cogida de mi vida!
Mi hermano Eduardo era al que me acerca en edad, cuando vivíamos juntos él tenia 18 años y yo tenia 12, yo era su pequeña consentida y estaba perdidamente enamorada de él. era el amor de mi infancia, con esos ojos hermosos, la carita sexy, si gigantesco cuerpo fornido y sobre todo la magnifica manera en la que me trataba.
Yo era la niña de sus ojos y me fascinaba ir a fastidiarlo en la cama por las noches, me iba de mi cuarto para el cuarto de mi hermano mayor y así disfrutar de sus caricias que me daba en su cama. Todo iba de maravillas hasta que se fue de la casa porque tenia que ir a la universidad fuera del país. me tuve que alejar de él, se mudó de la casa, así como hicieron todos mis hermanos antes que él.
Mi hermano mayor se tuvo que alejar de mí porque debía irse a la universidad
No podía creer que me tenia que alejar de mi dulce hermano, él y yo pasábamos mucho tiempo juntos, yo era su niña amada y él era mi hombre. Iba a extrañar las cosas que hacíamos cuando estábamos solos, todos los besos, sentir su mano rozando mi cosita. Las veces que pasaba empezaba a pasar su lengua por mi panochita provocándome cosquillitas y se me ponía toda húmeda. Ya no iba a recibir candela en la cuca, mi hermano se iba y me dejaría sola y aburrida.
Entonces, mi hermano se tuvo que ir y no volvió, puesto que, iba a estudiar a otro país lejano el mío y era muy difícil que nos viniera a visitar. Yo no tenia mucho contacto con él, en ocasiones me ponía a recordar todas esas cosas que vivimos en el pasado y me ponía nostálgica. Sin embargo, estaba consciente de que mi hermano no iba a regresar y empecé a olvidarme de él, si me costó mucho, pero con el pasar de los años fue un poco más sencillo.
Recuerdo que empecé a salir con otros chicos de mi colegio, tuve mis aventuras sexuales con ellos y disfruté bastante, me ayudó a superar a Eduardo. Así duré varios años hasta que se me olvido por completo la existencia de mi hermano y vivía mi vida tranquila y sin sentirme mal por todo lo que había pasado entre nosotros. Mi vida estaba tranquila, ya había crecido lo suficiente, cumplí mis 17 años y me sentía muy bien, más adelante todo iba a cambiar.
¡Mi hermano volvió a la casa, estaba demasiado contenta y acabé con candela en la cuca!
Un día que fui al colegio me voy devolviendo a la casa y cuando voy entrando veo una camioneta en el porche. Me pareció un poco extraño y entré a la casa para ver quien había venido a visitarnos, para mi sorpresa cuando entro a la casa era mi hermano Eduardo que había regresado. No podía creerlo, estaba allí parado frente a mí, estaba más hermoso que antes, su cuerpo estaba más fornido, su cara hermosa, ahora tenia barba y sentí como si nada entre nosotros había cambiado.
- ¿Hola mi niña hermosa como has estado? No tienes ni idea de lo mucho que te he extrañado, en ocasiones te pensaba mucho.
- No puedo creerlo, estas aquí en la casa de nuevo, yo también te he extrañado mucho todos estos años.
Mi hermano sentía las mismas cosas por mí, yo estaba muy entusiasmada y tenía candela en la cuca, extrañaba tener sexo con mi hermano. En la casa no había nadie, solamente estábamos él y yo, mis padres estaban en el trabajo y llegarían tarde, Eduardo y yo nos fuimos a descansar en su cuarto como en los viejos tiempos. El empezó a contarme muchas cosas de su universidad mientras estábamos acostados y me acariciaba toda, yo estaba muy excitada por como me tocaba, extrañaba mucho sentir sus dedos tocándome.
Luego en un momento yo me empecé a quitar la faldita que traía puesta y empecé a decir que tenía calor, quedé en tangas solamente. Mi hermano muy asombrado, se quitó el pantalón y comenzó a masturbarse mientras me manoseaba mi vagina, yo estaba muy emocionada, había esperado mucho para ese momento. El empezó a meterme su gigantesco y venoso pene dentro de mí, mi vagina estaba algo apretadito, pero el me la abrió toda.
¡Que rico sentir a mi hermano dentro de mí, él me hace llevar candela en la cuca cada vez que cogemos!
Ambos estábamos cogiendo como si fuéramos salvajes, él decía que yo era su pequeña amada mientras me metía su verga por mi panochita. Yo estaba botando candela por la cuca, estaba extremadamente mojada y el pene de mi hermano estaba creciendo cada vez más dentro de mí, yo gemía como si estuviera loca. Brincaba encima del pene de mi hermano y me ponía a apretarle su pecho y el me apretaba las nalgas y las tetas, ahora su hermanita había crecido y era una putita más sexy.
Eduardo estaba empezando a moverse mucho más rápido y yo también, estaba sintiendo como sus bolas estaban entrando por mi chocha, amaba sentir el pene de mi hermano nuevamente. Mientras me penetraba frotaba sus deditos con mi clítoris haciendo que mi placer aumentara al máximo, lo que sentí en su cama fue indescriptible. Después de un rato mi hermano sacó su pene de mi vagina y comenzó a masturbarse al frente mío, yo estaba ansiosa esperando su lechita.
En cuestión de minutos empecé a recibir disparos de semen por todo el cuerpo, mi carita, mi lengua, mis tetas estaban inundadas de leche. Estaba muy húmeda por todo el cuerpo, tenia candela en la cuca de tanto pene que me dio mi hermano esa vez. Él es el hombre de mi vida y nunca lo olvidaré que rico sentirlo dentro de mí nuevamente.