Desde que empezó la cuarentena empecé a utilizar más las redes sociales, hablar con amigos, chatear con hombres sexys, ya que, no puedo salir a fiestas ni a ligar. Mi nombre es Victoria, tengo 16 años y me fascina hacer sexting con hombres ricos que estés divinos, adoro que me complazcan y me traten como a una niña consentida. Recuerdo que en una ocasión yo fui a verme con un chico que conocí en internet, tuvimos una cita romántica y después me percutó durísimo, nunca olvidaré todo lo que sentí esa noche.
Desde hace varios meses yo quería sentir el cuerpo de un hombre nuevamente, la cuarentena me estaba matando, necesitaba conversar e interactuar, no solamente chats y llamadas. La mayor parte del día me la pasaba conversando con amigas por las redes sociales y en las noches hablaba con algunos de mis amigos y nos solíamos excitar todas las noches, soy una niña muy cachonda y me gustan las cosas sucias.
Sin embargo, soy de las que prefiere estar con un hombre en persona, a mi no me dan pena esas cosas, a diferencia de muchas que conozco, me gusta vivir la experiencia y sentirlo todito. Al principio de la cuarentena todo iba normal, yo me estaba controlando, trataba de ocupar la mente con el liceo, viendo videos en internet y hablando con amigas cercanas de la residencia, no me iba tan mal.
La pandemia me estaba poniendo mal y comencé a ver mucha porno y excitarme como loca
Pero, con el pasar de las semanas me comencé a sentir mucho más aburrida y el deseo de salir con hombres y tener sexo alocado se iba incrementando cada día. En las noches cuando todos estaban dormidos me ponía a ver pornografía mientras me frotaba la vagina con mis deditos y a veces con mi almohada o lo que tuviera a mi alcance. Se sentía demasiado rico, me fascinaría que estuviese un hombre detrás de mi en esos momentos cuando ando cachonda. Aquel hombre que conocí me percutó durísimo por andar de putica cachonda.
Duraba mucho tiempo masturbándome y viendo porno, aprendí muchas cosas, me sentía como toda una perra, añoraba un pene dentro de mi vagina y otro por mi culito estrecho. No salía de mi casa casi nunca, había mucho coronavirus y mis familiares no me dejaban salir casi nunca, yo estaba volviéndome loca con tanto porno y sin hablar con personas. Mi vagina estaba irritada y casi siempre estaba mojada, que triste que no habían vecinos de mi edad cerca de mi casa, me encantaría poder cogerme a todos los hombres cuando estoy cachonda, me pongo muy zorra.
Entonces, en mi búsqueda de la diversión, vi que había un foro en donde las personas conversaban para conocerse, tener fantasías sexuales y salir a tener encuentros casuales para coger divino. Por eso, me metí en ese foro y comencé a escribirle a varios hombres, uno de ellos me respondió, su nombre es Roberto, demasiado guapo se ponía tan intenso como yo mientras estábamos excitados por chat. Duramos conversando más de un mes, aprendí muchas cosas de él y nos dábamos placer todas las noches sin excepción.
Conocí a un chico de internet y fui a su casa, me percutó durísimo por andar de cachonda seductora
Nunca me cansaba de hacerle videollamadas y tener sexo virtual con él, me encantaba ver su gigantesco pene con el que me percutó durísimo en una oportunidad. Me fascina hablar con él todo el tiempo, me siento complementada y nunca antes había conocido a alguien como él, es un papasito demasiado rico y la mejor parte es que vive en la misma cuidad que yo. Entonces, estábamos tan ansioso por conocernos que decidimos vernos en su casa para coger bien rico y conocernos en persona.
Todo estaba bien, necesitaba recibir pene dentro de mi vagina lo más pronto posible, por eso, hablé con mi madre y le dije que iría a casa de una de mis amigas y me quedaría allá. Al principio ella dudó un poco por la situación del contagio, pero luego le insistí tanto que terminé convenciéndola. Estaba preparada para pasar la mejor noche de mi vida junto a ese hombre, deseaba que me hiciera de todo en su casa.
Me vestí muy hermosa, me coloqué lápiz labial rojo, me coloqué una faldita super corta y me fui directamente para su casa. Llegué rápidamente y toqué la puerta de la casa que Roberto me había dicho, en un segundo me abrieron, era él esperándome, no podía creer lo hermoso que es. Me dijo que pasara y me le monté encima para besarlo y abrasarlo. Lo estaba abrasando fuertemente y nos comenzamos a besar, le dije que añoraba este momento dese hace varias semanas. Me percutó durísimo apenas llegué y yo estaba fascinada.
¡Nunca antes había sentido tanto placer por ambos huecos, me percutó durísimo y que satisfecha!
Nos fuimos para su cuarto, estábamos muy cachondos y no queríamos perder nada de tiempo, teníamos toda la noche para nosotros, pero no queríamos perder ni un segundo. Me azotó contra su cama y me empezó a meter su pene fuertemente, estaba muy jugoso y era demasiado grueso apenas entraba en mi vagina. Yo gritaba y gemía muy duro mientras me cogía, luego me estaba dando nalgadas mientras me insultaba y no tienen idea de lo mucho que me excitaba eso.
Ese hombre me cogió muy duro, yo estaba exhausta de tanto pene toda la noche me estaba cogiendo, mi vagina estaba muy apretadita y su pene estaba muy grande y venoso, me bombeaba muy duro y me hacia gemir como puta. Me comenzó a meter el dedo en el culo mientras me cogía eso me causaba mucho dolor y placer al mismo tiempo, no pude aguantar más y comencé a mover mis caderas rápidamente y me corrí toda.
Luego de eso Roberto me percutó durísimo hasta que me acabo adentro de la vagina, me la inundó todita y quedé exhausta con la panochita llena y satisfecha. Después nos acostamos a dormir y lo repetimos por la mañana, adoré conocer a mi papi de internet.